jueves, 30 de enero de 2014

Cosas que me pasan: La historia de Felix

Internet es maravilloso y a veces tiene sus momentos.

Hace un mes, en diciembre del año pasado, me dió por empezar a probar el Kickstarter y el tema este de crowdfunding (aunque ya había apoyado algo anteriormente) de los juegos de mesa con el proyecto Coin Age, un micro-juego para dos jugadores que por $3 te enviaban una copia del juego a tu casa con todos los extras que se desbloquearan. El juego se jugaba con monedas estadounidenses, e incluiía unas de cartón troquelado, pero hasta donde sé, jugarlo con las monedas originales era un punto. Vaya, que tener o no centavos no era un impedimento.

Y entonces Julia puso el siguiente comentario el cual pudieron leer todos los "backers" (no me gusta nada la palabra mecenas, aunque sea correcta)

Traducción: ¿Quieres un set de monedas estadounidenses para jugar con el juego? Yo te las mandaré, si me prometes mandarle a mi hijo de 5 años una postal de tu pueblo/ciudad/país. Envíame un email a juliaz -arroba- gmail para intercambiar direcciónes. La carita sonriente no os la traduzco.
Me encantó la idea, de cómo su madre va pidiendo postales para que le lleguen al chaval, es algo tan simple pero tan significativo que me dejó encantado. Un niño de 5 años que colecciona postales de sitios. Algo muy simple en los tiempos que corren con todo lo que tienen los críos hoy en día. Lo veo con mis sobrinos, tienen muchísima oferta de distracciones, más que la que tuve yo, muchísima más que la que tuvieron mis padres e infinitamente más que la que tuvieron mis abuelos. Será que me hago mayor, pero creo que hacen falta más niños sencillos. No lo valoraría yo en su día, pero es muchísimo más especial, el trabajo que deposita alguien en escribirte una postal que en tener el último Power Ranger(dios mío qué viejo soy).

El caso, que como soy así de motivado, contacté con Julia y le pedí que yo quería participar en su iniciativa, pero que a diferencia del resto de gente, yo no iba a mandar simplemente una postal, le iba a enviar una postal como mínimo, y dibujando en ella lo que Felix(que es como se llama el chavalín) quisiera. Y se han quedado encantados.

Tras cruzar varios correos, me llegó la siguiente información: Felix no sólo mola por tener gustos sencillos, mola porque en su corto periodo de vida NO SE HA CORTADO EL PELO EN SU VIDA, y en las fotos que me mandaron, el pelo le llega bastante por debajo de los hombros. Él llama a su pelo: "Rock 'n Roll hair", le encantan las locomotoras y es fan de los Beatles, especialmente del Yellow Submarine. ESTE NIÑO ES UN CRACK.

Así que el miércoles 29/01/2014 salió para Washington un paquetito de 3 postales dedicadas de la siguiente manera:
Espero que conozcan el Ticket to Ride, porque si no no lo van a entender.
Ahora solo hace falta de que me lleguen las monedas algún día, pero de momento, yo he disfrutado conociendo la existencia de Félix y de su familia.

Hacen falta más gestos así por el mundo.

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